¿Donde estás Perséfone que no te decides a llegar?

Y sí me lo pregunto porque el frío no se va, está por llover y anuncian un fin de semana invernal. Perdón por el desvarío, pero suele sucederme a menudo que me descubro pensando en mito y resulta que el que nos hace desear el calor primaveral, es el mito de Perséfone o Proserpina y dice así….

Perséfone, hija de Zeus -dios de los dioses- y Deméter -diosa de la tierra y la fertilidad-, recogía flores junto a otras doncellas, cuando de repente se abrió la tierra y de ella surgió Hades, el poderoso rey de los muertos, señor del inframundo. El dios quedó prendado de la belleza de la joven y la raptó llevándosela a sus dominios para convertirla en su reina. La madre de la muchacha, comenzó a buscarla con creciente desespero y fue tal su angustia que solo podía dedicar su tiempo a encontrarla y así la tierra quedó yerma y el mundo vivió su primer invierno.

Proserpina con la granada, Dante Gabriel Rossetti, 1874. Tate Gallery, Londres.
Perséfone con la granada, Dante Gabriel Rossetti, 1874. Tate Gallery, Londres.

Claro, que los hombres sufrieron las consecuencias y sin las cosechas de la madre-tierra comenzaron a morir de hambre, por lo que Zeus intervino exigiendo el regreso de Perséfone. Hades acató la orden, pero antes de hacerlo le dio a comer seis jugosas semillas de granada, con lo que la muchacha quedó atada a él y a su reino y hubo que llegar a un acuerdo: Perséfone pasaría seis meses junto a su madre en la tierra y seis meses junto a su esposo en el inframundo. Es por eso, que cuando Perséfone está con Hades, la tristeza de Deméter sume al mundo en el frío y la oscuridad y cuando ella regresa todo florece dando lugar a la primavera.

Rapto de Proserpina, Gianlorenzo Bernini, 1621-1623. Galleria Borghese, Roma.
Rapto de Proserpina, Gianlorenzo Bernini, 1621-1623. Galleria Borghese, Roma.

Sin duda, es una maravillosa historia para explicar los misterios del poder regenerador de los ciclos naturales y no en vano ha inspirado a los más grandes artistas, desde el barroquísimo Peter Paul Rubens al fantástico y romántico Dante Gabriel Rossetti. Sin embargo, yo me quedo con el inigualable Rapto de Prosperpina que esculpió Gianlorenzo Bernini para el Cardenal Scipione Borghese.

Detalle de Perséfone llegando a las puertas del infierno, Fig. 3
Detalle de Proserpina llegando a las puertas del infierno, Fig. 3

¿Porqué? Pues porque Bernini le puso a su rapto todo el desborde, la pasión y el dramatismo del relato y nos hace vibrar con la gestualidad expresiva de sus cuerpos y sus rostros. Porque le otorgó al mármol esa incomparable cualidad táctil, sensual y sexual que lo convierte en piel palpitante, una piel en la que mórbidamente se hunden los dedos y vuelve más dramática la lucha de la muchacha por liberarse. Porque la dinámica de movimiento en espiral de los personajes, hace que veamos en una sola escultura diferentes momentos de la historia.

Rapto de Proserpina de frente, Fig, 2
Rapto de Proserpina de frente, Fig, 2

Si la miramos desde la izquierda (como en la fig.1) nos encontramos con la potencia del dios de los infiernos atrapando con su musculoso cuerpo a la indefensa joven, si la miramos de frente los vemos a ambos debatirse en plena lucha (como en la fig.2) y si los miramos desde la derecha (como en la fig 3), los vemos llegar a las puertas del infierno en donde espera el fiel cancerbero, la desesperada Perséfone ya perdió toda esperanza y de su rostro resbala lenta y sinuosa una lágrima.

Detalle de las manos de Hades en la piel de mármol de Prospeina
Detalle de las manos de Hades en la piel de mármol de Prospeina

El rapto de Proserpina de Bernini es un verdadero tour de force pocas veces visto en la Historia del Arte, por su composición dinámica en espiral, por la sensualidad del tratamiento del mármol y porque este genio hizo todo eso con apenas 23 años, cuando aún era un joven alocado tras las mieles del éxito.

Afuera llueve y sopla el viento y de la ventana voy al libro donde tengo abiertas las páginas en el rapto de Bernini y me sigo preguntando, ¿dónde estás Perséfone que no te decides a llegar? ¿Será que los poderosos brazos de Hades no piensan soltarte este año? ¿Será que Bernini nos jugó una mala pasada?

Subscribe
Notify of
11 Comentarios
Inline Feedbacks
View all comments
Maria Peña
8 years ago

Preciosa nota ,y para los que vimos hace poco la obra de Bernini ( parece que fue ayer),en la Galería Borghese,que lindo recuerdo. Ese día , admiramos la fantástica obra, pero no se sentía en la piel ,bajo el tórrido sol de Roma,con ese cielo tan claro,que Proserpina hubiera perdido su batalla y que en algún minuto bajara a la negrura del Hades. Hoy aquí ,no cabe duda de que se fue y le cuesta regresar….

Marta
8 years ago

Dónde estás Perséfone …? Nunca más me olvidaré de ella,con lo que me gusta la primavera! Y que con este tiempo tan feo, nos hayas hecho gustar del maravilloso Bernini…!Chapeau!!!!!

Tere. Pereyra.
8 years ago

Emma, siempre tú relato, un viaje con detalles impagables, que es arte.En este caso
el mármol de Bernini, que es magistral, dando textura de piel «viva» y como tú dices 23 años,,, un joven capaz de poner calor al frío mármol.,,maravilloso detalle.!!!

Graziella Pastorino
8 years ago

Realmente espectacular. Y nos hace notar detalles, ej. las manos sobre la piel, que nunca lo hubiera notado sola.
Felicitaciones!

8 years ago

Precioso relato pero me quedo con esa aguda observación de los tres momentos expresivos de la misma escultura. Maravilloso tu aporte.
Muchas gracias.

Carmen Alvarez
8 years ago

Maravilloso!!! Me impacto muchisimo!!,

Ana Layera
8 years ago

Tu relato espectacular!!!!! Bernini,un GENIO.-Gracias

graciela valles
8 years ago

Qué maravilla ¡ gracias por mantenerme unida y a tus páginas , Me siento muy estimulada a seguir disfrutando de ellas ¡ siempre te busco en mi correo y guardo celosamente estas joyitas ,
gracias

cristina González
8 years ago

Gracias por un enfoque tan poético de la obra de Bernini y de la demorada primavera!

Estela Cameto
8 years ago

Gracias y gracias

Estela

Rodrigo
8 years ago

Había recibido este post hace varios días y no lo había leído. Es un verdadero placer, tanto la obra de Bernini como tu relato. Gracias y felicitaciones