La ruta del cuadro C

No es ninguna novedad que las rutas están de moda. Hay rutas para los dineros, para las cuentas bancarias y aunque no parezca los cuadros también tienen las suyas, solo que son de otra naturaleza. Porque cuando vamos a un museo, muchas veces olvidamos que los cuadros han recorrido un largo y azaroso camino hasta llegar a nosotros. Por eso me resulta apasionante, la historia del posible Caravaggio que ha aparecido en estas semanas y que ha puesto patas para arriba a todo el mundo del arte. Así que aquí va la historia, de lo que he dado en llamar la ruta del cuadro C.

Judith decapitando a Holefernes, posible original de Caravaggio, c. 1606
Judith decapitando a Holefernes, posible original de Caravaggio (1571-1610), c. 1606

Toulouse (Francia), abril de 2014. En una vieja casona cae una gotera en el living, el dueño sube al piso de arriba para ver de donde viene. Llega al desván, ve que el agua surge de detrás de un tabique, lo tira abajo y encuentra un cuadro cubierto de polvo pero intacto. Lo mira, parece antiguo. Llama a un rematador local (Marc Labarde), éste le dice que no lo toque que va a llamar a un experto. Llega el experto de París (Eric Turquin) y juntos limpian el polvo con agua y algodón. La expectación se apodera de todos: la obra parece ser la Judith decapitando a Holofernes de Caravaggio perdida hace siglos.

París, fecha incierta, 2015. El cuadro llega al departamento de Pintura del Museo del Louvre para ser analizado y se convoca a expertos internacionales para que den su parecer. La noticia de la aparición se filtra y la familia recibe una oferta millonaria de un museo americano.

París, marzo-abril de 2016. El Ministerio de Cultura de Francia dicta un requerimiento que prohibe la salida del país de la obra y automáticamente, la noticia toma estado público. Eric Turquin presenta el cuadro a la prensa afirmando que es de Caravaggio, mientras los expertos internacionales se pelean en la prensa, por twitter y por facebook. La mayoría de los italianos dicen que no es de Caravaggio, la mayoría de los franceses dicen que sí; todos son contestes en que es una pintura de época y no una falsificación moderna. El informe de autenticidad del Louvre sigue siendo confidencial.

Judith decapitando a Holofernes, Caravaggio, 1599. Galería de Arte Antica, Palazzo Barberini, Roma
Judith decapitando a Holofernes, Caravaggio, 1599. Galería de Arte Antica, Palazzo Barberini, Roma

¿Puede ser esta Judith obra de Caravaggio? Sí, puede. Caravaggio pintó en Roma a finales de 1599 la Judith decapitando a Holofernes que todos conocemos y que se encuentra en Roma en el Palazzo Barbernini. Un cuadro que perteneció al banquero genovés Ottavio Costa, gran admirador del pintor que llevó su pasión a tal nivel de obsesión, que en 1632 prohibió por testamento que sus herederos la vendieran. Pero los documentos recogen otra Judith, que nos lleva a seguir otra ruta….

Nápoles, finales de 1606. Caravaggio se integra a la comunidad de artistas de Piazza Caritá, entre los que están los flamencos Louis Finson y Abraham Vinck. Éstos se vuelven caravaggistas, admiradores y difusores de su estilo y también agentes, porque venden su obra. Cuando Caravaggio se va a Malta varias de sus pinturas quedan con ellos; con seguridad La virgen del Rosario, probablemente la nueva Judith que Finson se apura a copiar (hoy en el Palazzo Zevallos Stigliano en Nápoles).

Mantua, setiembre 1607. El duque de Mantua recibe una carta de Nápoles de su pintor de corte, Frans Pourbus El Joven. En ella le cuenta que fue al taller de Finson y vio dos obras de Caravaggio a la venta; una Virgen del Rosario y una Judith de Holofernes: el precio 400 ducados. No se venden, la Virgen se va con Finson a Amberes, a la Judith se le pierde el rastro hasta que por culpa de una gotera reaparece en 2014. Eso sí, en 1615 Finson estaba en Toulouse, porque según los archivos municipales organizó con Peter de Bruyn, importante marchand del siglo XVII, una subasta de obras en la ciudad, entre las que figura un Caravaggio pero no la Judith.

El posible Caravaggio examinado por la prensa, abril, 2016
El posible Caravaggio examinado por la prensa y expertos invitados, abril, 2016

Solo quedan tres opciones: uno, esta Judith es el Caravaggio perdido; dos, es una segunda copia de Louis Finson del original perdido de Caravaggio; tres, es obra de otro pintor caravaggista de la época. Sea cual sea la opción, este cuadro viajó, cambió de manos, colgó de múltiples paredes y escapó a las guerras. Este cuadro es un sobreviviente que tiene una historia que contar, la historia de la azarosa ruta que lo trajo hasta nosotros. Esperemos que la codicia de los hombres no le interrumpa el viaje, que más allá de nosotros, continuará.

 

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6 years ago

That kind of thinnikg shows you’re on top of your game