Siempre lo digo y no me canso de repetirlo, los ingleses parecen salidos de otro planeta. No lo digo por los avatares recientes del Brexit y su nada novedosa vocación insular. Lo digo, por la increíble capacidad que tienen para hacer de la historia memoria; dos registros que a veces se confunden pero que son radicalmente diferentes aunque uno se apoye en el otro.
Catedral de Saint Paul, Sir Christopher Wren, Londres, 1675-1720Todo esto viene a cuento, porque desde hoy la espectacular cúpula de la Catedral de Saint Paul creada por Sir Christoher Wren en el siglo XVII, se incendia. Sí, arde, se quema y la podemos ver devorada por las llamas. Obviamente, no porque se esté incendiando de verdad, sino porque evoca -o sea desde la memoria- un hecho histórico que ocurrió hace 350 años, cuando un 2 de setiembre pero de 1666, Londres fue devorada por las llamas.

Se le llamó The Great Fire (El gran incendio) para distinguirlo de los anteriores y de los que vendrían; y tenían razón, porque durante los cuatro dramáticos días que duró la catástrofe se consumieron centenares de vidas, casas y edificios públicos, entre ellos la Catedral de Saint Paul. No la que arde hoy, sino aquella que fue y que resurgió de la mano de Sir Chistopher Wren y que hoy es objeto de esta intervención visual del artista Martin Firrel.

Pero la cosa no acaba allí; en el London City Museum se presenta la exposición “Fire, Fire“, circuitos guiados siguen los pasos de los famosos registros de los diarios de Samuel Pepys y John Evelyn, el sábado por la tarde irán cayendo 26.000 piezas de dominó colocadas a lo largo del perímetro del incendio y por si fuera poco, una maqueta de madera del skyline del Londres de 1666 creada por el artista David Best y que mide más de una cuadra de largo, está ya dispuesta en la explanada de la Tate Modern en la rivera del Río Támesis, pronta para arder y recorrer el río evocando la ciudad en llamas.*

El hecho ocurrió hace 350 años pero su memoria sigue viva. Y por eso, no habrá un solo niño ni un solo adulto que después de estos cuatro días de evocación, pueda ignorar que un 2 de setiembre de 1666, Londres ardió. Ardió y renació, como metafóricamente evoca desde hoy la cúpula en llamas de la Catedral de Saint Paul.
*Se pueden ver todas las actividades en http://www.visitlondon.com/greatfire350/events