Durante mucho tiempo, se ha considerado a las Artes Visuales como un coto de caza para entendidos, lleno de palabras difíciles y de teorías que nos resultan ajenas y hasta incomprensibles. Por eso en el año 2005, emprendí la aventura de imaginar que era posible hacer un curso, que permitiera descubrir que el arte puede ser una experiencia entretenida y enriquecedora a la vez.
Es así que en mis cursos, no vas a encontrarte con clases de Historia del Arte propiamente dichas, sino relatos y anécdotas, historias de vida y de las grandes obras maestras, a través de los cuales y con el apoyo de imágenes proyectadas, te propongo viajar en el tiempo para aprender a ver con otros ojos.